sábado, 6 de febrero de 2010

Ayer fue un día algo extraño, sobretodo nada más levantarme:

Como todos los días, me levanto pero antes, como todo hacemos, me quedo cinco minutos más. Al momento miro el reloj, ya habían pasado siete.

Cuando voy a asearme en el lavabo y me miro al espejo veo algo raro en mi cara, ¡me había puesto moreno durante la noche! Curiosamente por la noche no hay sol, ni mi habitación contiene ni rayos microondas ni UVA. Por lo que llegué a la hipotesis de que la almoada desteñia.

Tranquilamente me fuí al colegio, moreno en pleno a principio de febrero.

Más tarde le cambié un libro que trata sobre la Teoria de Cuerdas, precisamente el libro que dije anteriormente, El Arco iris de Feynman, el me dejó El fin de la Eternidad, de Isaac Asimov, seguramente esta tarde comenzaré a leerlo, ya os contaré si es bueno el libro.

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