martes, 28 de septiembre de 2010

Nuevo y eficiente escalador de paredes

Valiéndose de dos garras, un motor y una cola que oscila como el péndulo de un reloj antiguo, un pequeño robot autónomo denominado ROCR escala por una pared enmoquetada de dos metros y medio de altura en algo más de 15 segundos y con un discreto consumo de energía. Es el primer robot diseñado para trepar eficazmente y moverse como un escalador humano o como los monos saltando de árbol en árbol colgados de las ramas.

(NC&T) "Aunque este robot en el futuro pueda ser usado para labores de inspección, mantenimiento y vigilancia, a corto plazo probablemente tenga mayor potencial como herramienta de enseñanza o incluso como juguete exótico", explica William Provancher, miembro del equipo de desarrollo del robot y profesor de Ingeniería Mecánica en la Universidad de Utah.


La misión de la mayoría de los robots escaladores es ocuparse del mantenimiento o la inspección en entornos peligrosos para los humanos, como por ejemplo la superficie exterior de edificios altos, puentes o diques, tanques de almacenamiento, instalaciones nucleares, o bien en tareas de reconocimiento por lugares muy estrechos dentro de los edificios.

Pero hasta ahora, la mayoría de los robots trepadores no han sido diseñados con la eficacia energética en mente; sólo con una meta más básica: no caerse de la pared por la que suben.

Las cualidades de los anteriores robots escaladores han estado limitadas a lograr una buena velocidad, a adherirse con firmeza a las paredes y a decidir cómo y dónde moverse. El ROCR es el primero en poseer la capacidad de trepar con gran eficiencia energética.

Un robot escalador anterior es capaz de ascender aproximadamente cuatro veces más rápido que el ROCR, pero éste ha logrado un 20 por ciento de eficiencia en las pruebas de ascensión, lo cual es bastante impresionante, teniendo en cuenta que el motor de un automóvil presenta aproximadamente un 25 por ciento de eficiencia.


La eficiencia del robot se define como la proporción entre el trabajo realizado en el acto de ascender y la energía eléctrica consumida.
En el desarrollo del robot, las pruebas y el análisis de su eficiencia al trepar han colaborado también Mark Fehlberg de la Universidad de Utah y Samuel Jensen-Segal, quien trabaja actualmente como ingeniero para una compañía de New Hampshire.


Para lograr su eficiencia, el ROCR imita a los animales. Se aferra a la pared con una garra distinta cada vez, y se vale de los movimientos de su cola para variar a su conveniencia su centro de gravedad, lo que le ayuda a mover las garras con más soltura y seguridad.

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