martes, 8 de marzo de 2011

Ya tenemos un botón de destrucción mundial

Hace unos años que vía por youtube algunos videos de bombas nucleares, y de repente me topé con uno: La bomba Tsar. Capaz de exterminar la vida en todo rincón de este planeta que ves con tan solo 3 de ellas. Era de hidrógeno y fue detonada el 30 de octubre de 1961 como demostración, a 4 km de altitud sobre Nueva Zembla, un archipiélago ruso situado en el Océano Ártico. La lanzó un bombardero Tupolev Tu-95 modificado.

La bomba del Zar era una bomba de fusión de hidrógeno con tres etapas: fisión-fusión-fisión. Existe un iniciador de fisión que cuando se detona comienza una reacción de fusión, y luego hay una detonación posterior de fisión del tamper de uranio que aumenta el rendimiento de la bomba, proceso capaz de liberar una potencia total de 50 megatones (la estimación inicial de los Estados Unidos fue de 57 Mt, pero desde 1991 las fuentes soviéticas la citan como de 50 Mt).El diseño inicial hacía factible una explosión de 100 Mt, pero dicha potencia fue reducida poco antes de la detonación por razones científicas y ecológicas.

La potencia de la Zar fue reducida mediante el cambio del pusher/tamper de uranio (el cual amplifica de forma notable la potencia de la explosión al detonar en una explosión de fisión), por otro de plomo. Este último es capaz de absorber gran cantidad de neutrones rápidos procedentes de la fisión inicial, reduciendo su intensidad. Por esta razón este ensayo se consideró bastante "limpio", con el 97% de la energía generada proveniente de la fusión en vez de ser parte de la fisión. Esto provoca que no haya lluvia radiactiva, como ocurre con las bombas de fisión
clásicas.

Cuando la bomba detonó, inmediatamente la temperatura directamente debajo y alrededor de la detonación se habría elevado millones de grados. La presión bajo la explosión fue de 211.000 kilos por metro cuadrado (20,7 bares), más de treinta veces la que hay en el neumático de un automóvil. La energía luminosa fue tan poderosa que pudo ser vista incluso a una distancia de 1000 km, con cielo nublado. La onda de choque fue lo bastante potente como para romper vidrios gruesos incluso a más de 900 km de la explosión, y fue grabada girando alrededor de la Tierra tres veces. La nube de hongo producida por la explosión se elevó a una altitud de 64.000 metros antes de nivelarse. La energía térmica fue tan grande que podría haber causado quemaduras de tercer grado a un humano que se encontrara a 100 km de la explosión, fue 3.800 veces más poderosa que la de Little Boy, la bomba detonada en Hiroshima.

No recuerdo quien dijo una frase parecida a "Esta bomba no es rentable, sería como matar moscas a cañonazos", lo que sí recuerdo es que me chocó.

Un vídeo para hacerse una idea...

1 comentario :

  1. No deberiamos tener tales artefactos en este planeta. Ni en este ni en ningun otro.

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