lunes, 19 de septiembre de 2011

Otro estilo de Eutanasia

En lo que podría consagrarse como el método más lúdico e intensamente vivencial para practicar la eutanasia Julijonas Urbonas ha desarrollado una espectacular herramienta para inducir la muerte a los pacientes terminales: una montaña rusa letal. Este candidato a PhD en Design Interactions del Royal College of Art, diseñó un hipotético juego mecánico que garantiza la muerte de sus tripulantes.

“Al atravesar la pista el sujeto es expuesto a una serie de elementos intensivamente motrices que le inducirán múltiples experiencias únicas: desde euforia hasta excitación, y desde visiones de un túnel hasta la pérdida de conciencia y, eventualmente, la muerte” asegura Urbonas en su sitio.



La estructura contemplada en este proyecto abarca 500 metros y su recurso para inducir la muerte es la privación de oxígeno en el cerebro, provocada por ciertos patrones motrices que detona el diseño del recorrido. Según Urbonas, la inspiración para realizar este proyecto le llegó luego de que escuchó una frase de John Allen, ex directivo de la Philadelphia Toboggan Company y quien afirmó: “la mejor montaña rusa es aquella en a que envías a 24 personas a recorrerla y todos regresan muertos. Esto podría lograrse, sabes”.



El diseño comienza con una escarpada ascendente hasta los 500 metros, que les llevaría 2 minutos alcanzar a los 24 pasajeros. Desde allí, la caída de 510 metros llevaría el tren a 360 km/h, cerca de su velocidad terminal, antes de la desaceleración para entrar al primero de sus 7 bucles espiralados. Cada uno tendría un diámetro menor al anterior, con motivo de infligir 10 gravedades a los pasajeros mientras el tren pierde velocidad. Luego de finalizar los 7 bucles, el tren entraría en una recta donde tendría lugar el ocupamiento de nuevos pasajeros y la descarga de los cuerpos.

Efectos en la fisiología humana :

La Euthanasia Coaster mataría a sus pasajeros mediante prologadas hipoxias cerebrales, o insuficiencia de oxígeno en el cerebro. Las 7 inversiones o bucles del recorrido infligiría 10 gravedades en sus pasajeros por 60 segundos, causando síntomas relacionados a la fuerza de gravedad, empezando con oscurecimiento de la visión hasta desmayos y eventual pérdida de la conciencia. Dependiendo de la tolerancia de cada pasajero a las fuerzas de gravedad, la primera o segunda vuelta en espiral causaría anoxia cerebral, dejando el cerebro muerto. Las inversiones subsecuentes servirían de "seguro" contra la supervivencia "no intencional" de los pasajeros.

No hay comentarios :

Publicar un comentario