domingo, 8 de enero de 2012

¿Por qué destellan las estrellas?


Después de las campanadas de fin de año y casi atragantarme con las uvas, me dirigí hacia la casa de una amiga para pasar el resto de la noche con unos conocidos.

Estando allí, salí a la terraza para respirar y me quedé parado mirando las luces de Barcelona, veía como parpadeaban, oscilaban a lo lejos, como diminutas luciérnagas. Entonces, levanté la mirada y observé las estrellas de aquella noche tan despejada.

También destellaban de la misma forma. Tenía entendido que si eran planetas, parpadeaban, pero si eran estrellas no, o al menos eso me dijeron cuando era un crío. El caso es que, al fijarme bien, todas parpadeaban excepto tres o cuatro, entre ellas Júpiter. Entonces ¿Por qué ocurría esto?

No lo entendía, había un error en alguno de los axiomas que tenía asimilado, pues no debe haber excepciones sin explicación.

Seguía pensando, determiné los factores que influían en esas oscilaciones, reflexioné que si ambas fuentes


Imagen original

de luz, tanto las de la ciudad de Barcelona como las estrellas, parpadeaban de similar forma, debían tener una relación común. Deduje que el aire debía ser el factor clave.


“El aire está en movimiento y podría refractar la luz a medida que salía de la fuente luminosa hasta mis ojos, actuando como una especie de prisma, de forma que la desviase muy poco, pero que la siguiente manada de fotones llegara de manera distinta, no muy diferente, pero lo suficiente para crear un efecto oscilatorio en el grado de luminosidad”


De ese modo podríamos explicar por qué las estrellas tienen ese efecto óptico en el cual la luminosidad de ellas varía. Pero veamos ahora los planetas:

A diferencia de las estrellas, los planetas están más cercas y no son “puntuales”, esto quiere decir que se puede apreciar un “volumen”, no son simples puntos y esto repercute mucho en el cómo se ven; al no ser un punto, la luz hará el mismo camino que si esta fuera emitida de una estrella, pero lo hará en forma de “tubo” dicho a groso modo, solo parpadeará el “borde” de la imagen de la estrella, pero que al ojo humano es casi invisible:

Siempre habrá una zona en la cual se mantenga la misma luminosidad a no ser un cuerpo puntual para nuestros ojos, excepto en el caso de que la oscilación sea lo suficientemente fuerte como para hacer que se salga de esa “zona” constante de luminosidad. Esto ocurre con los planetas que están cerca del horizonte. ¿Por qué? Pues porque la luz debe atravesar una cantidad mayor de aire y el efecto óptico se multiplica.


Esto se puede ver con Venus cuando está en un punto alejado de la Tierra y cuando sale por el horizonte, de tal modo que se puede llegar a ver a simple vista el efecto.


Imagen original

El caso de Júpiter, al ser tan grande, es casi imposible apreciarlo.


En cambio, hay estrellas que están muy cerca del no-parpadeo, algunas que están encima de nuestras cabezas no se les ve parpadear, pues atraviesan menos aire (es la perpendicular, el grosor de la atmósfera), mientras que si están cerca del horizonte deben atravesar más cantidad de aire, y mayor será el efecto.

Es curioso que detrás de un simple destello se escondan tantos factores, quizás sea esa la belleza de la Naturaleza.

No hay comentarios :

Publicar un comentario