Después de las campanadas de fin de año y casi atragantarme con las uvas, me dirigí hacia la casa de una amiga para pasar el resto de la noche con unos conocidos.
No lo entendía, había un error en alguno de los axiomas que tenía asimilado, pues no debe haber excepciones sin explicación.
Seguía pensando, determiné los factores que influían en esas oscilaciones, reflexioné que si ambas fuentes
de luz, tanto las de la ciudad de Barcelona como las estrellas, parpadeaban de similar forma, debían tener una relación común. Deduje que el aire debía ser el factor clave.
“El aire está en movimiento y podría refractar la luz a medida que salía de la fuente luminosa hasta mis ojos, actuando como una especie de prisma, de forma que la desviase muy poco, pero que la siguiente manada de fotones llegara de manera distinta, no muy diferente, pero lo suficiente para crear un efecto oscilatorio en el grado de luminosidad”
De ese modo podríamos explicar por qué las estrellas tienen ese efecto óptico en el cual la luminosidad de ellas varía. Pero veamos ahora los planetas:
A diferencia de las estrellas, los planetas están más cercas y no son “puntuales”, esto quiere decir que se puede apreciar un “volumen”, no son simples puntos y esto repercute mucho en el cómo se ven; al no ser un punto, la luz hará el mismo camino que si esta fuera emitida de una estrella, pero lo hará en forma de “tubo” dicho a groso modo, solo parpadeará el “borde” de la imagen de la estrella, pero que al ojo humano es casi invisible:
Esto se puede ver con Venus cuando está en un punto alejado de la Tierra y cuando sale por el horizonte, de tal modo que se puede llegar a ver a simple vista el efecto.
El caso de Júpiter, al ser tan grande, es casi imposible apreciarlo.
En cambio, hay estrellas que están muy cerca del no-parpadeo, algunas que están encima de nuestras cabezas no se les ve parpadear, pues atraviesan menos aire (es la perpendicular, el grosor de la atmósfera), mientras que si están cerca del horizonte deben atravesar más cantidad de aire, y mayor será el efecto.
Es curioso que detrás de un simple destello se escondan tantos factores, quizás sea esa la belleza de la Naturaleza.
No hay comentarios :
Publicar un comentario