sábado, 6 de marzo de 2010

¿Paranoia o una pista? No, locura.

Hoy me ha pasado algo muy raro, te lo explicaré con todo detalle:

Rondaban la una de la mañana aproximadamente cuando, de repente, mientras dormía, algo me toca el hombro, como acto reflejo desperté de golpe y giré la cabeza para ver que era ese individuo que me había tocado, pero para mi sorpresa no era nadie, pero si algo. al voltearme de repente pude apreciar como un (a+b)² flotaba a lo largo del pasillo (sí sí, esa fórmula flotando, levitando con un tono blanco fluorescente y difuminado y veía como poco a poco iba adentrándose en la habitación de mis padres.

Acto seguido, como es de esperar y sin contar mi extrañeza sobre lo que acababa de pasar, me dí media vuelta, pero no podía, sentía como si algo me observaba, necesitaba estar mirando el pasillo, no estaba tranquilo. Después de media hora (que para mi fueron un par enteras) pude dormir, estaba chorreando de sudor.


He leído que muchos matemáticos han acabado locos y/o suicidándose, como Nina Bari, Arthur Black, Ludwig Boltzmann, Renato Caccioppoli, Paul Epstein, Andreas Floer, Felix Hausdorff, Dénes König, Alekxandr Lyapunov, James MacCullagh, Lev Schnirelmann, Yutaka Taniyama o Alan Turing y los que no he nombrado.

Adoro las matemáticas, incluso que obsesiono con algunos problemas que no encuentro la solución, como el que estoy intentando hacer estos días, trata sobre un triángulo rectángulo que desde su ángulo recto surge una linea hasta la hipotenusa formando un ángulo recto con ella, mide 12 metros esa linea, también me dan como dato que el perímetro son 60 metros, pero no puedo encontrar lo que miden los lados, es un laberinto de sumas de cuadrados, teoremas del seno, coseno, triángulos semejantes... y siempre acabo en el mismo lugar, el principio.

Espero que esto me sirva de lección a usar la lógica en lugar de adentrarme en las entrañas de un triángulo, llegando hasta el grado de ver alucinaciones.

No hay comentarios :

Publicar un comentario